1. Inicio de la insurgencia: Yevgeny Prigozhin ha acusado al ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, de iniciar la guerra en Ucrania para ganar crédito militar y de jurar llevar a cabo una insurgencia armada. También acusó al Kremlin de disparar misiles contra sus tropas.
2. Escalada del conflicto: Las fuerzas wagnerianas dirigidas por Prigozhin cruzaron la frontera ucraniana hacia Rusia. Avanzaron hacia Moscú por la autopista M4 y capturaron instalaciones militares en Voronezh.
3. La reacción de Moscú: Moscú reforzó sus medidas de defensa y adoptó medidas antiterroristas para aumentar la seguridad en la ciudad. El presidente ruso, Vladimir Putin, pronunció un discurso televisado condenando las acciones de Prigozhin.
4. Fin de la insurgencia: Tras la intervención de Putin y del líder bielorruso Lukashenko, Prigozhin accedió a detener el movimiento de sus fuerzas y viajó a Bielorrusia.
5. Reacción pública: Algunos ciudadanos moscovitas no estaban preocupados por el Grupo Wagner, afirmando que sobrevivirían pasara lo que pasara. A otros, en cambio, los acontecimientos les parecieron aterradores.
6. Impacto posterior: Aunque la insurgencia ha terminado, la situación de seguridad en Rusia sigue siendo tensa, y el Instituto para el Estudio de la Guerra de Washington analiza que el Kremlin se enfrenta ahora a una situación muy volátil, y que la insurgencia ha puesto de manifiesto las debilidades de las fuerzas de seguridad rusas y ha demostrado la incapacidad de Putin para eliminar las amenazas internas a tiempo.
El incidente puso de manifiesto las contradicciones y conflictos dentro del régimen ruso y, aunque la insurgencia ha sido sofocada, su impacto en la seguridad política de Rusia permanece. [Seguir leyendo]